Domingo de Ramos 2018

Ninguna narración ha cambiado al mundo tan profundamente como el relato de la Pasión de Jesús que leemos hoy y que vamos a considerar en esta próxima Semana Santa. Los temas que hemos estado trabajando durante Cuaresma  –  ascesis, paradoja, valores verdaderos, consciencia  –  están todos ellos incrustados en la plenitud del relato y relucen varias veces en muchos de sus pequeños detalles.

Algunas películas inician con la aseveración de que “…están basadas en hechos reales”. Este relato no está inventado y sin embargo, es literatura del más alto orden. Comencemos.

Dos días antes de Pascua, el festival religioso central del mito fundacional de su raza, que proclama la parcialidad de Dios hacia su pueblo escogido, en Egipto, (donde iniciamos la Cuaresma) el ángel de la muerte no toca a los hijos de Israel, escogiendo en vez a sus enemigos. Por supuesto, ya sabemos que en este relato, Jesús no tendrá este privilegio. Desde el principio se ve como la víctima de un sistema de poder corrupto y cruel. El es como K en ‘el Proceso’ de Kafka, al igual que nosotros en nuestras pesadillas paranoides de estar acusados. Parecido y no: como nosotros, durante la prueba y no como nosotros, en su respuesta.

Las altas esferas del poder, cuando trabajan en solidaridad, son invencibles. Decidieron eliminarle y sabemos que le matarán. Cualquiera que sea el suspenso en este relato  –  y todos los relatos necesitan algo de suspenso  –  no es acerca de su conclusión.

Cambio de escena: Jesús se encuentra en una comida cuando una mujer demuestra sus sentimientos hacia Él, ungiéndole con un perfume muy caro: rompe el jarro que contiene al perfume y derrama su contenido en su cabeza. (Christos significa el ungido). Algunos invitados se enojan – ¿Por qué desperdiciar el dinero en vez de dárselo a los pobres? Jesús defiende apasionadamente a la mujer. Este es otro ejemplo del evangelio subrayando la sabiduría superior de las mujeres. Aunque tal vez son más sabias no por ser mujeres, sino por estar excluidas del poder y eso hace que sean capaces de comprender dimensiones más profundas de la verdad. Los pobres y los indefensos con quienes Jesús se identifica suelen estar más cerca del Reino.

Protegiéndola, Jesús dice ‘los pobres siempre estarán con ustedes, pero a mí no siempre me tendrán’. Lo cual es algo que ningún político diría. Pero ¿qué está diciendo Jesús? ¿Qué Él vale más que los pobres? O más bien que nuestra opción para los desamparados no deriva de ideales socio-económicos sino de la fuente trascendente de compasión. Cuando vistieron al desnudo o dieron de comer al hambriento, dice en otra ocasión, lo hicieron conmigo.

Lo que puede parecer una separación del sufrimiento humano es de hecho una identificación absoluta con éste. Pero expresada no conceptualmente sino en la manera tan particular en que defiende a esta mujer. Y ¿quién es ella? Todo este relato se vuelve universal por ser tan auténticamente particular.

Cambio de escena: Judas ofrece a los sacerdotes traicionar a Jesús por dinero. Él sabrá cuál es el momento adecuado para entregárselo. El contraste con el dinero en la escena anterior es extremo. Allá el dinero es incidental, acá parece el motivo controlador. No sabemos por qué Judas realiza esta traición, que ha hecho de su nombre una palabra universal para significar lo peor de la humanidad. Pero nunca lo entenderemos hasta que encontremos la razón en nosotros. 

 

Laurence Freeman OSB

Traducción: Enrique Lavin (WCCM México)

 

 

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