4 de marzo 2012

 

Extracto de John Main OSB “The way of Dispossession” de FULLY ALIVE Serie de charlas de Meditatio, Octubre-Diciembre de 2011 (Londres: Comunidad Mundial para la Meditación Cristiana, 2011) pág 11.

Uno de los aspectos de la meditación que tenemos que aprender es abordarla sin obtener ningún beneficio, sin poseer nada a cambio. Tenemos que tratar de hacerlo más en términos de total devoción, que va más allá de nosotros mismos.

 

Los cristianos habitualmente abordan su vida espiritual en términos de recibir algo a cambio, alguna posesión. El enemigo de todo valor espiritual es el deseo: obtener una recompensa, buscando poseer. El don que abre el tesoro espiritual es la pobreza de espíritu, un espíritu sin posesión alguna. Justamente es en la meditación donde aprendemos a tener un espíritu despojado.

El paso espiritual es un paso que nos conduce hacia los demás. Como ya deduces de tu actual experiencia de meditación, debemos tratarla en la fe y con coraje.  Aprender a repetir el mantra nos permite despojarnos de nosotros mismos y de nuestros pensamientos, de toda conciencia propia y eso requiere devoción. Y nos conduce hacia una absoluta libertad porque dejamos atrás todos los valores secundarios: éxito, bienestar, posesiones, poder, cualquiera sea. En meditación, no nos concentramos en los frutos de su práctica, sino humildemente en decir nuestro mantra. El mantra es para nosotros el camino más allá del deseo hacia la unión. No dejamos de ser humanos; no dejamos de ser nosotros mismos. Sino más bien, nos descubrimos a nosotros mismos.

 

Después de la meditación: Kabir. Ecstatic Poems, versiones de Robert Bly (Boston: Beacon, 2004) pág. 26-27.

 

Dije a la criatura inquieta dentro mio,

¿Qué es este río que quieres cruzar?

No hay viajeros sobre el lecho del río ni camino,

¿Puedes ver a alguien correteando por la ribera o descansando?

No hay rio en absoluto, no hay bote, ni remero.

No hay cabo de remolque ni persona alguna para tirar de él,

¡No hay tierra, no hay cielo, no hay tiempo ni orilla, ni amarra!

¡Y tampoco hay cuerpo ni mente!

¿Crees que haya algún lugar que haga un alma menos sedienta?

En esa gran ausencia donde no encontrarás nada.

 

Sé fuerte entonces, y entra en tu propio cuerpo;

Allí tienes un lugar sólido para tus pies,

¡Piensa en ello seriamente!

¡No desciendas en otro lugar!

 

Esto dice Kabir: Sólo arroja todos tus pensamientos sobre cosas imaginarias,

Y mantente firme en lo que tú eres.

 

Traducción de Isabel Arçapalo