22 de diciembre 2019

                                                          Photo by Tobias Bjørkli from Pexels 

Un fragmento de Laurence Freeman OSB, “Dearest Friends”, Boletín Internacional de WCCM, Diciembre 2000.


La atención es la esencia de la contemplación. Todos estamos conscientes -o deberíamos estarlo- de cuán débil e infiel puede ser nuestra atención. Es por eso que necesitamos nuestra práctica diaria de meditación, embebida en la rutina de nuestras vidas privadas. No es pensando en eso o queriendo que sea, que crecemos en atención sino a través de la práctica. [...]

La atención purifica nuestros corazones y cambia el mundo. Nos damos cuenta de esto porque nuestras aflicciones personales se alivian cuando alguien genuinamente nos presta su atención cuando más la necesitamos.

La compasión es el primer fruto de la atención. Es la vida que fluye de la muerte del egoísmo.

 

Después de a meditación: “Candlemas” por Denise Levertov en THE STREAM & THE SAPPHIRE: Selected Poems on Religious Themes (New York: New Directions, 1997), pág. 11.
 

Candelaria

Con certeza
Simeon abrió
brazos antiguos
a la luz infantil.
Décadas
antes de la cruz, la tumba,
y la nueva vida,
él conocía la nueva vida.
Sobre qué profundidad
de fe recurrió, volviéndose
iluminado hacia la noche profunda.

 

 

Selección: Carla Cooper

Traducción: Guillermo Lagos