10 de mayo 2020

                                                Photo by karlee leclair on Unsplash

De John Main OSB, “Beyond All Images”, THE WAY OF THE UNKNOWING (New York: Crossroad, 1990), págs. 41-43


[E]n varios momentos de nuestras vidas, todos nosotros hemos querido estar comprometidos con la verdad, con Dios. Todos hemos tratado, todos hemos querido orar, todos hemos fracasado. Empero, en algún momento llegamos a la conclusión de que la sabiduría que recibimos de la tradición de la oración contemplativa es la sabiduría que convierte el fracaso en triunfo. El silencio y la pobreza que experimentamos en nuestra meditación se vuelven auto autenticables. Sabemos que no podemos analizar a Dios. Sabemos que no podemos, con mentes finitas, comprender la infinitud de Dios. También sabemos, o al menos empezamos a sospechar, que podemos experimentar el amor de Dios por nosotros… Es este conocimiento experiencial que nos enseña, también, que las imágenes son fabricadas por el ego, ya sea de desesperanza o santidad, todas se deben ir. Ninguna debe ser tomada en serio…

Éxito y fracaso ceden su lugar a lo que llegamos a conocer como verdad a través de nuestra propia experiencia en la meditación: muerte y resurrección. Cada vez que nos sentamos a meditar morimos al ego y resurgimos más allá de nuestras limitaciones a una vida nueva en Cristo… Llegamos a entender que es esta disciplina diaria la que desenmascara al ego. Desenmascarado, desaparece. No debemos ser impacientes o desalentarnos. Debemos decir el mantra, con fe, día a día. Éxito o fracaso entonces no tendrán significado. La única cosa que es significativa es la realidad de Dios, la realidad de su presencia en nuestro corazón.

 

Después de la meditación: “I will try” por Mary Oliver en RED BIRD (Boston: Beacon Press, 2008), pág. 75

Trataré
saldré de la casa para ver
lo que veo
y oír y lo alabaré.
No vine a este mundo
para ser consolado.
Vine, como un pájaro rojo, a cantar.
Pero no soy un pájaro rojo, con su cabeza
como trapeador de flamas
y el triángulo rojo de su boca
lleno de su lengua y silbidos,
pero una mujer cuyo amor se ha desvanecido,
quien piensa ahora demasiado, de las raíces
y de los lugares obscuros 
donde todas las cosas solo se están sosteniendo.
Pero esto también, creo, es un lugar
donde Dios mantiene vigilancia
hasta que nos levantemos, y demos un paso adelante y-
pero espera. ¡Quédate quieto, Escucha!
¿Es el pájaro rojo? ¿O algo 
dentro de mí, cantando?

 

Selección: Carla Cooper

Traducción: Guillermo Lagos