20 de diciembre 2020

                                                          Photo by Austin Ban on Unsplash

Un fragmento de Laurence Freeman OSB, “Dearest Friends”, El Boletín Internacional del WCCM, Diciembre de 1996


Al decir el mantra con suavidad, aprendemos de él, que es gentil y humilde de corazón. Cuando el mantra nos lleve al espacio puro sin fronteras de la mente de Cristo, más allá de nuestra autoconciencia, hacia el silencio verdadero, cuando el mantra mismo se vuelve silencioso, no estaremos conscientes del tiempo de duración o registrando la experiencia para análisis posterior. Seremos transformados. Nuestras vidas, día a día, se convierten en el comentario de nuestra oración. Nuestra oración ya no consistirá en un comentario sin fin de nuestras vidas. Nosotros mismos nos convertiremos permanentemente en oración… […]

[H]oy cerca de nuestro recuerdo del nacimiento de Jesús, recordamos el día de la muerte de uno de sus discípulos más devotos. Podemos recordar con gratitud por lo que nos enseña sobre los misterios de aceptación de la asombrosa y a veces dolorosa puntualidad del Espíritu en los asuntos humanos. No podemos separar el regalo de la meditación que ha llegado a tantas vidas a través de las enseñanzas del mismo Fr. John. No podemos tampoco identificarla con él. Lo que el enseñó es lo que el Espíritu le enseñó a él. El nos muestra que la mejor forma de recibir el regalo es compartirlo. Este es el misterio de la vida que el nacimiento y la muerte nos enseñan.

 

Después de la meditación: “Altitude” por Lola Ridge (1873-1941), en el dominio público; publicado en Poem-a-Day, diciembre 12, 2020, por Academy of American Poets.

Altitud

Me pregunto
cómo sería aquí contigo,
donde el viento
que se ha sacudido el polvo en los valles bajos
toca a uno limpiamente,
como si fuera una mano recién lavada,
y dolor
es como el remoto hambre por cosas monótonas,
y el enojo
pero un poco de silencio
hundiéndose en el gran silencio.

 

Selección: Carla Cooper

Traducción: Guillermo Lagos