26 de octubre 2014

PHOTO: LAURENCE FREEMAN

Un extracto de John Main “Created to be Light” in THE HEART OF CREATION: Meditation: A Way of Setting God Free in the World (Norwich: Canterbury, 2007), p. 66. 

Salir de la obscuridad puede ser algo doloroso. Todos tenemos nuestros escondites favoritos donde nos refugiamos, donde vamos a descansar un poco. Pero salir a la luz es una rendición de todos esos lugares que hemos tomado como nuestro lugar de descanso pues entramos a nuestro único lugar de descanso, la luz pura de Dios. Necesitamos ser muy simples acerca de esto, como niños. No complicar. Simplificar…No estamos hablando de la luz blanca que produce un arco eléctrico, cruel, totalmente blanca, insistente, inmisericorde. Cuando nos referimos a Dios como una luz estamos hablando de una luz suave, que ilumina todo gentilmente, dándole vida, una luz pura que es a la vez brillante y cálida. Sobre todo es una luz que revela la realidad como amor y conforme entramos en la luz reconocemos su unicidad personal, su plenitud…Reconoceremos también que permaneciendo en la luz podremos ver nuestro propio ser, pues la luz nos permite ver todo como realmente es. Nuestra tentación es el tratar de analizar la luz, de romperla en los colores que constituyen el espectro.

La teoría reduccionista y el análisis son acercamientos desastrosos para la oración pues asumen que el todo está formado por sus partes, que primero es la parcialidad y de ahí surge la plenitud. La fe, por otro lado, es más profunda que el análisis, confiando que lo pleno es anterior a sus expresiones particulares. Tan pronto como iniciamos a concentrarnos en – pensando acerca – algún atributo especifico de Dios en la oración, perdemos la experiencia de Dios…en su plenitud e indivisible simplicidad.

La meditacion es acerca de aprender a quedarnos en la luz. La luz que ilumina nos enseña que Dios es todo. La luz que ilumina nos enseña que sólo podemos realmente ser cuando estamos en Dios, porque Dios es todo lo que hay. Esto es lo que aprendemos a ver claramente en el brillo de la luz: que Dios es, que Dios es todo y que Dios es amor. Recordemos el camino: hay que dejar de pensar…dejar de imaginar…estar en silencio y atentos, humildes y pacientes. El camino para ese totalmente despierto, totalmente consciente silencio…es aprender a decir tu mantra…llevará tiempo, habrá inicios falsos. Habrá fracasos…pero no debemos preocuparnos de nada de eso. Lo único que importa es iniciar de nuevo…estar en el camino, mantenernos en el peregrinaje 
 
Después de la meditación: “Cuando escuche al sabio astrónomo” - “When I Heard the Learn’d Astronomer,” Walt Whitman, dominio público. 

Cuando escuché al sabio astrónomo
Cuando las pruebas, los números se ordenaron en columnas ante mí,
Cuando me enseñaron tablas y diagramas, para sumar
Dividir y medir
Cuando me senté y escuche al astrónomo dar su plática
Y ser fuertemente aplaudido en el cuarto
Repentinamente me vi cansado y enfermo
Hasta que subiendo y planeando me escapé
 Hacia la humedad mística del aire nocturno, y de vez en vez 
Miraba hacia arriba, en silencio perfecto, hacia las estrellas.