Quinto lunes de Cuaresma, 14 de marzo 2016

Soren Kierkegaard pensaba que hay un momento crítico en la vida en el cual el “punto es entender más y más que hay algo que no puede ser entendido”.


Unos siglos antes de él, La Nube del No Saber destiló la tradición mística Cristiana al decir que “lo podemos conocer por el amor, por el pensamiento nunca”. Este es un punto aparentemente muy difícil de entender para la gente occidental, basada en el lóbulo izquierdo. Sin embargo la vida se nos presenta con puntos de entrada al misterio en donde nuestros planos, modelos de la realidad, ideologías y explicaciones de las cosas simplemente se derrumban ante la realidad que enfrentamos.

Este encuentro con el misterio de la realidad es también un encuentro con la inescapable realidad del misterio. Nuestras mentes ordinarias se tambalean y fracasan al calcular algunas cosas. Sin embargo es innegable que estas cosas existen y que son poderosas fuerzas de transformación.

La muerte de alguien que amamos, enamorarnos, sufrir una decepción o un descubrimiento en el pensamiento creativo pueden iniciar una cadena de eventos que verdaderamente requieran que entendamos que algunas cosas no pueden ser entendidas, solo conocidas, ponderadas y respetadas.

En estos últimos días de Cuaresma nos preparamos para el portal del misterio contenido en los eventos  rememorados y conmemorados en la Semana Santa. Mientras más preparados para manejar aquello que no podemos entender con facilidad, más significativos serán estos eventos para nosotros este año. Para prepararnos para esto es necesario, en esta etapa, no tratar de llevar a cabo cualquier cosa nueva, sino solo hacer lo que hemos estado haciendo o intentamos hacer con esta nueva determinación.

 

Traducción: Guillermo Lagos

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