Aniversario 2016 del P. John Main OSB (1926-1982)

 Lee el mensaje

La meditación nos lleva a la relación básica de nuestra vida. Lo hace porque nos lleva a la intimidad con Dios que surge de la realidad eterna de su amor y conocimiento de nosotros. En este conocimiento y amor, Dios nos llama a ser. Cada ser humano es una respuesta a la demanda inherente en el amor de Dios y su conocimiento de nosotros. Es el pedido de que lo amemos y lo conozcamos. Sin embargo, sólo podemos conocerlo, no como un objeto de nuestro conocimiento, sino participando en su propio conocimiento de sí mismo, de su vida, su espíritu. De esta manera, somos siempre conducidos de vuelta al punto de partida de nuestro ser, que es su amor y conocimiento de nosotros. Llegamos a conocer y amar a Dios porque le permitimos conocernos y amarnos. Permitimos que su autoconocimiento se convierta en nuestro autoconocimiento. Esta es la alquimia del amor. (Los Océanos de Dios, en 'Monasterio Sin Paredes' por John Main)


El aniversario de John Main es cada año un período en el que siento su presencia y su ausencia en la misma medida. Hay maravilla y alegría, pero también pérdida y tristeza. El dolor, como todo sufrimiento, no termina hasta que finalmente se transfigure en presencia total. Nuestra fuente y nuestra meta se encuentran en el amor.

La muerte y la vida - la muerte sentida como parte de la vida - juntas forman la paradoja más poderosa de la existencia humana. Juntas son el portal del misterio que el Padre John describe en las luminosas palabras que he tomado de su última carta.

Con el paso del tiempo veo con más claridad cómo él tocó mi vida y también cómo practicaba el desapego que enseñaba. También veo cómo sus palabras, las palabras de las conversaciones y los libros, pero mucho más el espíritu en sus palabras, tocan a la gente de todo el mundo que cada día buscan mayor profundidad, realidad e intimidad en sus vidas.

El regalo del Padre John para nosotros fluyó de su intimidad directa y cada vez más profunda con Cristo en su viaje a Dios en el Espíritu. Siempre que lo escuchaba hablar de la Trinidad sentía la frescura y la inmediatez de su conocimiento de lo que estaba hablando. Era algo que conocía desde dentro, un conocimiento que brotaba del profundo silencio amoroso de su meditación. Y así, habló de ello no sólo como dogma, sino como experiencia.

Hoy reflexionamos sobre su vida y el don de su enseñanza que ha sido llevada por el Espíritu a una comunidad de amor - el tipo de comunidad en la que apasionadamente creía y quería realizar. Él vio que este tipo de comunidad es la Iglesia. Vio que se necesita desesperadamente en nuestro mundo. Y vio que nace y sólo puede sostenerse viviendo en el silencio de donde saca su ser y su hacer.

Hoy será un día de silencio para mí, sabiendo que me siento sostenido en esta comunidad y también la sostengo en mi corazón. Ofrezco estas palabras de John Main para que puedas reflexionar durante el día, tal vez para leer antes o después de tus tiempos de meditación. Espero que te ayuden a ver más claramente en tu silencio lo que John Main vio en el suyo.

Su muerte irrumpió en una nueva vida. El año viejo muere una vez más para que uno nuevo pueda nacer en una esperanza más rica y en un amor más profundo.

  Laurence Freeman OSB

Traducción: Marina Müller

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