15 de octubre 2017

                                                         Photo credit: birdsaspoetry via Visualhunt /  CC BY-NC-SA

Un fragmento de Laurence Freeman OSB de “Dearest Friends” en el Boletín Meditatio de octubre 2017


La palabra “contemplación” esconde la palabra templum o “templo.” Hoy nos imaginamos esto como un edificio religioso. Sin embargo, su significado original no era el edificio físico sino el mismo espacio puro- antes que el edificio fuese erigido o los eventos sagrados que se llevaran a cabo ahí. Esto da un nuevo significado a las palabras de San Pablo: “¿Saben que ustedes son tempos de Dios y que Dios habita en ustedes? (1 Cor. 3:16) Por lo tanto somos espacio. No solo contenedores de imaginación y pensamientos fantásticos, redes neuronales y biología compleja. Somos la espaciosidad de Dios.

(Y estamos en relación.) Sr. Eileen O´Hea tenía una conmovedora frase que siempre recuerdo: La relación es la tierra sagrada de nuestra humanidad. Esto es un conocimiento sobre todas las relaciones. Hablando existencialmente, no podemos imaginarnos sin estar involucrados en una relación en todas las dimensiones: históricamente, socialmente, emocionalmente, ecológicamente y cósmicamente. Vivimos en una red entre-tejida de ser. Espiritualmente, estamos relacionados con todas las cosas -en Cristo- donde todas las cosas se encuentran en unidad. (…)

Relación contemplativa significa ir más allá completamente del sentido estricto de “mis” relaciones- la clase de las que controlamos, poseemos, sentimos celos o defendemos violentamente con el lado obscuro del Eros. Alternativamente, vemos las relaciones como campos de crecimiento en donde aprendemos a ser fieles, desposeídos, amorosos y desapegados y sin proyecciones- y creciendo en auto-conocimiento. Las relaciones son espacios-templos no construcciones del ego. No debemos alabar a aquellos con los que estamos en relación. Logramos la unión con ellos al orar con ellos, en espíritu y en verdad, en el terreno divino de toda relación.

 

Después de la meditación: “In Whom We Live and Move and Have Our Being” por Denise Levertov en THE STREAM AND THE SAPPHIRE: Selected Poems on Religious Themes (New York: New Directions, 1997), pág. 27

Los pájaros flotan en las corrientes de aire,

¿aliento sagrado? No, no aliento de Dios,

parece, pero Dios

el aire que envuelve a todo

el ser del mundo.

Somos nosotros quienes respiramos, adentro, afuera, adentro, lo sagrado,

hojas levantadas, nuestras alas subiendo, agitadas-pero solo los santos

toman vuelo. Nos cubrimos

en una grieta del acantilado o nos asomamos a la orilla con cautela

sobre las ramas cercanas al nido. El aire

marca el paso de los santos montados

en ese océano de aire. Despacio su estela

nos alcanza, nos mueve.

pero en la tormenta o en la quietud,

adormecidos o serenos en atención,

inhalamos, exhalamos, inhalamos,

envueltos, envueltos.

 

Selección: Carla Cooper

Traducción: Guillermo Lagos